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Disputa por la marca "Cohíba"


El Gobierno cubano ha denunciado en el mes de abril el robo de la marca Cohiba, su principal marca registrada de puros habanos, por parte de la empresa estadounidense General Cigar, que ha registrado la marca como propia bajo beneplácito de las autoridades norteamericanas y con el pretexto del bloqueo sobre la isla impuesto hace más de 50 años.
El diario oficial de Cuba,  Granma, ha denunciado el litigio entre ambas partes. «El robo descarado de marcas cubanas en Estados Unidos sigue siendo amparado por autoridades federales en ese país, quienes se escudan en las espurias regulaciones del bloqueo económico, financiero y comercial que Washington practica contra Cuba».
Las autoridades cubanas mantienen una disputa judicial contra General Cigar desde hace 16 años para evitar que utilice el nombre de Cohiba para sus puros, producidos en República Dominicana, aunque ha resultado infructuosa. Según el diario Granma, la justicia estadounidense autorizó hace unas semanas a la empresa el uso de dicho nombre en Estados Unidos ante la imposibilidad de que Cuba exportase sus puros Cohiba a Estados Unidos, por lo que no habría ningún problema de confusión de marcas.
Además, debido al bloqueo que mantiene Washington sobre la isla, la empresa estatal Cubatabaco no puede litigar ante la justicia estadounidense esta apropiación de una marca registrada en 1966 por las autoridades cubanas y que General Cigars utiliza desde 1980. 
La publicación del periódico Granma ha denunciado también el litigio marcario no solo de la utilización de la marca Cohiba en Estados Unidos sino también de la marca Bacardí.



Ron Bacardí su origen en Cuba

Bacardí es un apellido usado como marca comercial de la compañía de bebidas alcohólicas fundada por Don Facundo Bacardí Massó, un español que emigró a Cuba. Esta empresa fue fundada en Santiago de Cuba en 1862 como es conocido mundialmente. La sede internacional de esta empresa está en Bermudas, pero también tiene oficinas en México, Miami y en Puerto Rico.

Según la historia familiar, una colonia de murciélagos habitaba en las vigas de la destilería original en Santiago de Cuba. En busca de una marca para el nuevo ron, la esposa de Don Facundo, Doña Amalia, sugirió usar un murciélago como una imagen inconfundible para el producto. Poco después, se llegó a conocer como “el ron del yuma”. (Yuma, palabra popular que usamos en Cuba para hablar de los Estados Unidos).





A la compañía le fueron confiscados los bienes el 15 de octubre de 1960, justo un año después del Triunfo de la Revolución Cubana de 1959. Aunque ese hecho supone un extraordinario evento en la historia de la compañía tras casi 100 años de estancia en Cuba, se convirtió en un punto de inflexión vital para propulsar su internacionalización.




El ron Bacardí se convirtió así en la marca de bebidas alcohólicas premium número uno en Estados Unidos y en el resto del mundo.  


Bacardi se enorgullece de su herencia cubana, incluyendo el honor de ser en el año 1920 la primera compañía multinacional de Cuba. 


Las amenazas del Gobierno de Fulgencio Batista entre 1940 y 1950, que incluyeron la decisión de nacionalizar Bacardí durante un día, llevaron a los ejecutivos de la compañía a salvaguardar la propiedad intelectual del ron su fórmula secreta y levadura propia, lo cual sirvió para sacar el ron fuera de Cuba años después.


Bacardi cuenta en la actualidad con un gran prestigio en el mercado mundial y se posiciona de forma estratégica con una cartera internacional de bebidas alcohólicas de gran sabor, incluyendo Grey Goose, Bombay Sapphire, Dewar's y Martini.


Bacardi sigue estando orgullosa de su herencia cubana y está impaciente por la llegada de una época en la que pueda volver a vender su marca en la tierra que la vio nacer.


Cuba autoriza la compraventa de coches tras casi medio siglo de prohibición

                                         

La medida entró en vigor desde octubre 2012 y flexibiliza además los traspasos de propiedad para quienes abandonen la isla de forma definitiva

El Gobierno cubano ha publicado el esperado decreto que da luz verde a la compraventa de coches, actividad que ha estado prohibida durante casi medio siglo en la isla. La medida, una de las más esperadas por los cubanos dentro de las reformas anunciadas por el Gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el socialismo cubano, había sido anunciada en abril pasado durante el VI Congreso del Partido Comunista y en julio los medios oficiales publicaron un adelanto de la nueva política.

Según el decreto se permite la donación y compraventa de automóviles entre cubanos y extranjeros residentes en el país y flexibiliza los traspasos de propiedad para quienes abandonen la isla con carácter definitivo.

"La donación y compraventa de vehículos de motor por parte de personas naturales cubanas o extranjeras con residencia permanente, no requiere de la previa autorización de ninguna autoridad", indica el decreto firmado por el presidente Raúl Castro y el ministro de Transporte César Ignacio Arocha. El valor de los vehículos será fijado en pesos cubanos y las transacciones se harán ante un notario de la isla, donde hasta ahora las leyes cubanas sólo permitían traspasar aquellos autos cuya fabricación fuese anterior a 1959.

El decreto establece "valores referenciales" dependiendo de la clase y año de fabricación de los autos para contar con un valor mínimo de cálculo de los gravámenes. La lista incluye toda clase de vehículos, como motos, autos, camiones, ómnibus, camionetas, microbús y hasta cuñas.

En cuanto a la posibilidad de comprar vehículos nuevos en entidades comercializadoras, se elimina la restricción de que los cubanos autorizados a esa adquisición tengan que donar al Estado o "dar de baja" su vehículo anterior, en caso de que lo tuvieran. La autorización para comprar un auto nuevo podrá ser otorgada una vez cada cinco años por el Ministerio de Transporte a los cubanos que hayan obtenido ingresos en divisas o pesos convertibles "como resultado de su trabajo en funciones asignadas por el Estado o en interés de este".